lunes, 8 de febrero de 2021

Carta de despedida a mi otro perro que tampoco sabe leer.

Napo, Napoti, Napo guapo, Napolitano, Napomuceno, Napo pirata:


Con el tiempo he aprendido que al escribir la realidad se materializa de una manera distinta, adquiere profundidad y panorama, me negaba a escribirte una despedida para ti, pues eso significaba que sería real, que estaría pasando, pero también sé que si no me despido ahora que puedo, podría arrepentirme después y no quiero eso, mi querido Napoti, así que esta es mi despedida para ti, mi otro perro que tampoco sabe leer. 

Hoy 08 de febrero de 2021 tenemos que despedirte, hoy, por tu bien tenemos que hacerlo, para que no sufras más, porque tu cuerpo, ese envase que nos prestan al llegar a este plano material, ya está muy enfermo y dañado, es momento de descansar y trascender, tú mi amigo perruno, lomito, pirata, desmadroso y cariñoso, peludo y de 4 patas, que supe desde que mi amiga Marisol me habló de ti y me mando tus fotos, que serías mi gran amigo, cómplice, compañero de ejercicio y travesuras, vaya que siempre fuiste travieso, en ocasiones nos hiciste enojar bastante, aún llevo conmigo esa cicatriz que me hiciste al morderme por quitarte una envoltura de queso crema philadelfia, no te gustó y me lo dejaste ver clavándome un colmillo en la mano, pero también fue mi responsabilidad, pues fui agresivo al quitártelo, pero esa solo fue una situación aislada, el resto de los días, al menos la mayoría, me regalaste risas y momentos bellos, agradezco al universo, que al menos a ti sí te puedo despedir, que no te fuiste sorpresivamente.

Tu partida me deja un hueco en el corazón y una ausencia que no se podrá llenar, esa ausencia va justo al lado de la de mai, tu compa, tu amigo, tu gordo botijón y aunque eres un perro, y algunas personas dirán que no debería dolerme despedirme de ti, menos porque estamos en medio de una pandemia y hay personas muriendo, quiero que sepas que me duele y te voy a extrañar un chingo, duele doblemente por encontrarme tan lejos y no poder acariciarte y despedirme en persona, pero espero comprendas y sepas que te amo y que desde acá te envío todo mi cariño y te despediré con amor, me dejas también recuerdos felices y todo el amor, apoyo, lealtad y amistad que siempre me mostraste (aunque no conocías de conceptos, todo lo hiciste por instinto), de todo eso estabas hecho, mi perro tricolor, que no sabías ladrar, pero aún así hacías desmadre cada que un perro, gato, humano o pájaro pasaba por casa.

Cuando despedí a Mai, recordé cuando se conocieron, lo veías tan pequeño, pusiste tu pata sobre su cabeza y cubrías casi la mitad de su cuerpo, pero fueron quedando del mismo tamaño, él siempre más gordo, pues a él no le gustaba correr tanto como a ti, fueron amigos, hermanos y sé que se amaban tanto como yo los amo, sé que el buen Mai te estará esperando en la puerta del cielo de los perros para jugar de nuevo y comer todo lo delicioso que se encuentren, dormir abrazados como les gustaba y sé que estarás esperando a Leia también, para cuando decida alcanzarte, sé que ella te extrañará a montones y le costará estar sin ti, pero nosotros, los humanos, gato y Frida, buscaremos la manera de ayudarle a seguir con tu partida, buscaremos momentos para jugar, pasear y recordarte, recordar nuestros paseos y corridas por el metropolitano, recordar la vez que orinaste a mi exnovia, dejando en claro desde ahí que tú sabías que eso no iba a funcionar, debí de haberte hecho más caso, pero ella también te amo o eso creo, recuerdo la vez que te vestimos con corbata en navidad, te veías muy elegante y recordaré sin duda la vez que una mujer que se hacía llamar veterinaria y cuidadora de perros te perdió y todos los días que fui a buscarte, recordaré el día en que te encontramos y cómo corriste feliz a mis brazos, para después llegar a casa y sentirte protegido, cuidado, porque tu casa y nosotros somos tu refugio, tu manada, recordaré todos los sustos que nos diste, como libraste tu problema de las articulaciones y cómo le ganaste a otro tumor, el de tu ojo, ese que te convirtió en un perro pirata, pero siempre guapo, siempre hermoso, recordaré también todos los momentos en el auto, tanto que te encantaba pasear y sacar la cabeza por la ventana, espero que allá, a donde llegues haya muchos carros y puedas seguir sacando la cabeza y la lengua por la ventana. 


Descansa amor mío, mi bello beagle desmadroso, mi pirata, mi guapo, mi Napoti, descansa y trasciende este plano material y terrenal, corre, vuela y come todo lo que puedas, orina todas las espaldas que encuentres en el paraíso de los perros, porque si de algo estoy seguro es de que todos los perros van directamente al cielo, que está lleno de exquisiteces, juguetes y camas cómodas, ve con el Mai, que como dije, ya te ha de estar esperando. 

Por nosotros no te preocupes, te lloraremos, te extrañaremos y te recordaremos con todo el amor que nos dejas.

Hasta pronto amigo Napo, algún día nos volveremos a encontrar, al menos eso espero.

Tu amigo humano, parte de tu familia y que siempre te amo

Juan Jo.

P.D. Sé que no sabes leer y no porque fueras torpe, porque seamos honestos, guapo, no eras el más inteligente, pero no solo tú, ningún perro (al menos eso creo) sabe leer, pero sé que todo esto que aquí expongo te lo demostré y que la buena vibra y el amor con los que plasmo cada una de estas palabras que envío a la distancia, se funden en el cosmos y te llegan como una caricia y palmada en el lomo, de esas que te gustaban.





martes, 10 de marzo de 2020

Hoy por ellas, mañana también.

#8M #9M #El9ningunasemueve



    Hoy es 10 de marzo, la mayoría de las mujeres han regresado a sus actividades, pero no han regresado siendo las mismas, han cambiado, son más fuertes y más unidas. Por desgracia algunas no han podido regresar, porque seguimos viviendo en un país feminicida que las mata o las desaparece, por eso #NiUnaMás.

 Movimiento feminista. Movimiento femenino. Movimiento de mujeres unidas que exigen seguridad y libertad, una vida sin miedo para poder andar, ser y vivir en el país donde viven, transitar, caminar, viajar y moverse desde cualquier lugar y a cualquier hora.

  El 8 de marzo marcharon más de 35,000 mujeres, se unieron gritando consignas, cantando, exigiendo, bailando, haciendo historia, haciendo retumbar la tierra, alzando la voz a unisono, haciendo que el mundo entero se dé cuenta de lo que está pasando, sí, se pintaron muros, pisos y monumentos, y sí, hombres que acusan a la mujer sin razón, sí son las formas, incluso considero que podrían venir formas más contundentes, a ellas las están matando, las están desapareciendo, a nosotros no, ellas salen con miedo a la calle, cada uber, cada vuelta en la esquina, cada chico nuevo con el que salen, podría ser la última vez que se les ve, entonces sí, sí son las formas, hasta que el Estado y el resto de la sociedad (o sea nosotros) no puedan asegurar su bienestar que lo rompan todo, que lo pinten, que lo quemen, que lo derrumben.

   El domingo marcharon y el lunes pararon, desaparecieron conscientemente, simularon no estar, para que el estado y la sociedad nos demos cuenta y dimensionemos de lo que pasaría si todas desaparecieran, si nos quedáramos sin ellas, así como mueren 10 mujeres al día, más las que desaparecen, ayer lo hicieron en gran mayoría, todas al mismo tiempo, para demostrar que ya está pasando, solo que ocurre de a poco; diez por día en el país... También matan hombres, no solo mujeres, de hecho matan más hombres al día... 

Al parecer si no le pasa a alguien de tu circulo cercano, ni cuenta te das, la falta de empatía, además de la acción misma (obviamente) es lo que nos tiene en un estado de emergencia ante la violencia de género; las burlas sobre el movimiento feminista y sus acciones, el buscar deslegitimar todo lo que han logrado, solo porque consideran que no son las formas, no tomar una postura clara ante la situación, también son parte del problema, ya lo dijo Desmond Tutu: Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor. Y nosotros, hombres, ya somos testigos de la violencia que están viviendo las mujeres, está en nosotros detenerlo, si a ti no te queda el saco de opresor, acosador, violador, feminicida, etc., haz algo entonces, con acciones contundentes, déjale en claro a tu amigo que no está bien decirles o gritarles cosas a las chicas en la calle, explícale que cuando le dicen no es no, que ninguna mujer le debe o le merece absolutamente nada, que la violencia existe desde las acciones más pequeñas, muchas interiorizadas y normalizadas, está en nosotros, como género, romper con eso. 

  Antier me tocó unirme a la marcha porque mi madre me invitó, además estaba mi novia y varias amigas y conocidas, mi apoyo lo estaba dando a la distancia, pero cuando mi mamá me escribió comentándome que estaba en el contingente mixto y que le gustaría que me uniera a marchar con ellas, no lo pensé ni un segundo y me uní, en silencio, acompañando y apoyando, porque no es mi lucha, no soy mujer, soy un hombre que apoya completamente el movimiento, que está a favor, pero no puede ser mi lucha directamente por el simple hecho de que no soy mujer. 

  Ayer, el día del paro, a nosotros como hombres o al menos a mí, nos/me tocó callar y reflexionar, aunque también me tocó hablar con mis estudiantes, tratar de que comprendieran la razón, la magnitud del movimiento y la decisión del paro, es un día que jamás se olvidará, un día histórico, ver las calles tan solas, algunos negocios cerrados, pocas mujeres en la calle, inclusive el día en mi trabajo tuvo que ser distinto, con puros alumnos varones, porque sí, la mayoría de las alumnas también faltaron y tuvimos que adaptar las clases, su ausencia fue notable en todos los niveles, en eso no hay duda, tanto la marcha como el paro han marcado un hito, es momento de una transformación de una comprensión y consciencia mayor y aplaudo a las mujeres por hacerlo, por comenzar esta revolución.

  Amigas, compañeras, familiares, mujeres que no conozco, griten, rompan y quemen todo, marchen, detengan todo, hagan lo que tengan que hacer hasta que no haya #NiUnaMás. 









martes, 16 de julio de 2019

Feliz cumpleaños mi Kikitovski.


 Cabrón: todavía me duele cabrón tu partida, tu ausencia. Todo el día te tuve presente, todo el día te estuve pensando, porque no es que ya no me acuerde de ti, a cada rato lo hago, cada que vemos a nuestros amigos en común, cada que hablo de teatro, cada que voy a alguna fiesta y cuento un chiste; sé que tú siempre fuiste una persona de lo más alegre, siempre dispuesto a regalar tu sonrisa y tu risa estrépita, aún con tus problemas, aún con los golpes que te daba la vida siempre buscabas sacarle un sonrisa a los demás, hacernos sentir felices, porque eso eras, cabrón, pura felicidad y amor.
El domingo fue tu misa y no pude ir, cabrón, tal vez no quise, porque pude cancelar mi ensayo, pude buscar la manera, pero no lo hice, no pude, pinche Kike, fui débil y mal amigo por no ir, pero no pude, te ofrezco una disculpa.
Sé que no puedes leer esto, a menos que donde estés haya wifi y redes sociales, y tal vez sea un acto egoísta pues lo escribo también para mí.
Hoy te pensé todo el día, hoy hubiera sido tu cumpleaños, te hubiera marcado y al contestar me hubieras dicho: ¡Juanito! Yo habría reído y te hubiera deseado un feliz cumpleaños, nos pondríamos de acuerdo para brindar por ti, el viernes o el sábado porque es fin de semana y tú y yo tenemos muchas ocupaciones de lunes a viernes, por eso hoy me voy a tomar un pox a tu salud, para seguir manteniendo tu memoria, para seguir sonriendo y seguir viviendo.
Cabrón, nos veremos pronto, pinche gordo hermoso, hasta donde estés van estas palabras para ti, mi Kikito.

lunes, 26 de marzo de 2018

Si desaparezco

Si algún día salgo a trabajar, al teatro, al cine o con los amigos a algún bar y no regreso.
Si algún día voy a otro Estado del país a alguna muestra, festival o de vacaciones y no se sabe de mí.
Si algún día no comparto, publico o comento nada en mis redes sociales.
Si algún día no vuelvo a casa a abrazar a mi compañera y acariciar a mis perros, si no voy a casa de mamá a abrazar a todos, si no me contacto con amigos, con mi papá ni con nadie.
Si algún día me buscan y no me encuentran, mi teléfono se encuentra apagado y de pronto no saben nada de mí.

Probablemente es porque desaparecí.
En caso de ser así, deben de saber algunas cosas sobre mí.

Soy un joven de 28 años (al momento de escribir esto).
Soy hijo, soy hermano, soy pareja, soy amigo, soy colega, soy compañero.
Soy hacedor de teatro, tengo un grupo que se llama Pata de Conejo Teatro, pero también colaboro con otras compañías, creo en la unión y en la fuerza de las redes.
Soy ciudadano mexicano, vivo en Guadalajara (al momento de escribir esto).
Soy responsable, disciplinado, comprometido y entregado.
Soy buen platicador, sociable, cariñoso, bueno escuchando y dando consejos, divertido, sarcástico, bailador (aunque no lo haga muy bien que digamos).
Soy buen novio, buen amigo, buen compañero, buen hijo y buen hermano (al menos eso me han hecho creer).
Soy el tipo de persona que no se queda callado, que alza la voz y grita, que se une a las luchas de los demás, que defiende los derechos de cualquier ser humano y que cree que el respeto y la empatía son la diferencia.
Soy profesor, tallerista, corrector de estilo, escritor, dramaturgo, actor, director.
Soy de buen comer y buen beber, me gusta la cerveza, el pox, el mezcal, el tequila, el vino tinto, me gusta la comida mexicana, italiana, toda la comida oriental.
Soy amante de los animales, sobre todo de los perros.

No soy parte de ninguna célula o grupo delictivo o que tenga que ver con el crimen organizado.
No soy amigo ni compadre de alguien que sí lo sea.
No quiero que me priven de mi libertad.
No me lo busqué o me lo merecía.
No ando en malos pasos.
No me suicidaría.
No quiero desaparecer.
No quiero que me arranquen de las manos de mis seres queridos.

Si desaparezco no es por decisión propia, es porque alguien lo hizo a la fuerza.
Si desaparezco no dejen de buscarme, si desaparezco no se cansen de buscar. 

miércoles, 30 de agosto de 2017

Mi país, mi ciudad.

Vivo en un país donde las ejecuciones están al orden del día, delincuentes contra delincuentes, delincuentes contra la policía y viceversa.

Vivo en una ciudad donde pueden ejecutarme si me descuido, por confundirme o por el fuego cruzado o simplemente por estar en un lugar y momento equivocado.

Justo hace 30 minutos escuché, afuera de mi casa, de ese lugar donde debería sentirme seguro y protegido, 7 detonaciones de arma de fuego. 

Silencio. 

Acto seguido me asomo con cautela por la ventana, lo que observo me deja con un silencio en la garganta, un hombre de entre 20 y 30 años yace en el suelo, húmedo por la lluvia de todo el día, frente a mi casa, hace dos minutos fue declarado en situación no compatible con la vida. No sé por qué le pasó, no sé si lo merecía, si fue in ajuste de cuentas o fue otra víctima inocente, lo que sí sé es que me duele mi país, mi ciudad y que no merezco tener que sentir esto que siento.

Vivo en un país, en una ciudad donde la seguridad, la paz y la tranquilidad ya no existen. 
Impotencia, rabia y miedo es lo que siento esta noche.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Carta de despedida a mi perro que no sabe leer.

Mai, Maisena, Maicito, mi querido Botijas, patas cortas, Gordito, mi querido Mai:

Hoy 5 de octubre te nos adelantaste, hoy trascendiste este plano material, terrenal, tú mi amigo perruno, peludo y de 4 patas, que supe desde que te rescate aquella mañana de agosto en 2013 que serías un gran amigo, eras tan pequeño, cabías en la palma de mi mano, pero siempre fuiste puro amor, el cual te fue llenando tanto que te creció la barriga pero las patas no, esas te quedaron cortas.

Tu partida me deja un hueco en el corazón y una pequeña ausencia, que aunque seas un perro, y algunas personas dirán que no debe dolerme tu ida, me duele y te voy a extrañar un chingo, pero me dejas también puros momentos felices y todo ese amor, apoyo, lealtad y amistad que siempre me mostraste (aunque no conocías de conceptos, todo lo hiciste por instinto), de todo eso estabas hecho.

Recuerdo la primera vez que viste a Napo, me imagino lo veías como a un gigante, pero conforme fuiste creciendo te le fuiste emparejando hasta estar casi del mismo tamaño, fueron amigos, hermanos y sé que se amaban tanto como yo los amo, sé que el buen Napo también te va a extrañar, pero buscaremos los momentos para jugar, pasear y recordarte, recordar la vez que mi abue te hizo ese suéter verde con el que te veías tan ridículo y terminaste comiéndotelo, o la vez en que te llevamos a esterilizar y sufriste porque la anestesia se desvaneció en medio de la intervención, pero después todo salió bien, te pusimos el cono de la vergüenza y parecías un actor isabelino, además de que chocabas con todo, te recuerdo y te recordaré con amor, siempre.


Corre, vuela y come todo lo que puedas mi querido mai, botijón, patas cortas, gordito de puro amor en el paraíso de los perros, porque si de algo estoy seguro es de que todos los perros van directamente al cielo, que está lleno de exquisiteces, juguetes y camas cómodas y tú ya has de estar disfrutando de todo eso, porque vaya que fuiste feliz y aprendiste a disfrutar.

Hasta pronto amigo Mai, algún día nos volveremos a encontrar, al menos eso espero.

Tu amigo humano que te rescató y siempre te amo

Juan Jo.

P.D. Sé que no sabes leer, eso nunca lo aprendiste, pero sé que todo esto que aquí expongo te lo demostré cuando estabas con nosotros y que la buena vibra y el amor con los que plasmo cada una de estas palabras, se funde en el cosmos y te llega como una caricia, de esas que te gustaban detrás de las orejas o en el entrecejo o en tu gran barriga cuando te acostabas boca arriba.



domingo, 26 de octubre de 2014

Hay que Contagiar la Rabia II

Escritores, hay que contagiar la rabia.

Ni sus tanques, ni sus aviones ni sus armas largas y cortas.
Ni su ejercito, ni sus medios comprados, ni sus granaderos, ni sus policías podrán callar este rugir que grita no más.
No más desaparecidos.
No más muertos.
No más terrorismo de estado.
Porque vivos se los llevaron y vivos los queremos.
Porque no se los llevaron simplemente por ser normalistas, se los llevaron por ser campesinos, por querer superarse y enseñarles a los de sus pueblos cómo hacerlo, cómo no quedarse inertes sin hacer nada.
Se los llevaron por ser campesinos, normalistas y por ser socialistas, por pertenecer al FECSM, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.
Se los llevaron porque a los señores del trono no les es conveniente que un grupo de campesinos, normalistas y socialistas vengan a cambiarle la mentalidad y la ideología a la gente del pueblo, del país, esa gente que no se entera y si se entera sólo dice "A mi no me pasa" o "No los conozco" o "Me da igual".
Ya no nos puede ni debe dar igual, tenemos que despertar, tenemos que levantarnos y marchar, primero con la voz en alto, después con la transgresión y así hasta las últimas consecuencias.
Ya basta de silencio, de miedo, de quedarnos quietos.
Accionemos.
Las palabras son el comienzo.
La unión y la organización de todos es lo que sigue.
No basta estar inconforme, hay que organizarse y luchar.
Palabras.
Palos.
Machetes.
Balas.
Granadas.
Lo que sea necesario para detener esta ola de sangre y espacios vacíos en las mesas.
En las camas.
En los campos.
En los salones de clases.
En nuestros pueblos.
En nuestras ciudades.
No basta estar inconforme, organízate y lucha.
Y queremos justicia.
Queremos un país donde vivir no sea una prueba de supervivencia.
Queremos justicia.
Queremos que paguen los culpables, no sólo de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino de los cientos de miles desaparecidos por la guerra anti narco.
De los feminicidios de Juarez y el Edo. de México.
De todo el país.
Son los cientos de estudiantes considerados delincuentes por alzar la voz.
Que paguen los culpables porque mientras no sea así, ni olvido ni perdón.
Ni olvido ni perdón para los responsables de:
Ayotzinapa.
Tlatelolco.
Acteal.
Aguas Blancas.
Los niños de la guardería ABC.
Los inmigrantes asesinados en Tamaulipas en 2010 y 2011.
La matanza del casino Royal.
Las muertas de Juarez.
Los feminicidios que el Edo. Mex. no quiere aceptar.

Porque no son estadísticas, fueron y son seres humanos, hermanos, hijos, parejas, esperanzas, sueños, incertidumbres, semillas.

Porque no es que los 43 sean más importantes que los 500,000 que hay detrás, pero son los 43 que ya no caben en ningún pecho, son los últimos 43 que la suma nos permite, uno más y el resultado sería debastador, porque a partir de ahora, cualquier injusticia por pequeña que sea debería de ser imperdonable.

El 26 de septiembre llovió en gran parte del país, incluso Tlaloc nos avisaba de lo que sucedería y no lo quisimos ver, no lo quisimos escuchar, esa lluvia pudo borrar sus huellas en el suelo, pero no borrará las huellas que dejaron en la gente, esas huellas se siguen multiplicando, y si digo Todos somos Ayotzinapa es porque todos somos humanos, todos somos mexicanos, todos somos víctimas de este gobierno de mierda y este sistema fallido.

Es tiempo de que la rabia se propague como el oxigeno, pero no sólo en las palabras. Organicemonos y accionemos.
No basta estar inconforme, hay que organizarse y luchar.

Juan Jo Rubio.
27 de Octubre de 2014.
#HayQueContagiarLaRabia.